Hace
ya treinta años, el 17 de marzo de 1974, un hombre murió de un ataque
cardíaco en los baños de la Penn Station de Nueva York. En su pasaporte
la dirección de contacto estaba borrada y su cuerpo fue enviado a la
morgue de la ciudad, donde pasó tres días antes de que alguien se
presentara a reclamarlo. Esa muerte terrible, solitaria y anónima es,
irónicamente, la página que cierra la biografía de Louis Kahn, un
gigante que marcó la historia de la arquitectura en la segunda mitad del
siglo XX. Y es también la escena con que se inicia un documental
estrenado en los cines de Estados Unidos, ‘My Architect: A Son Journey’ [Mi
Arquitecto: La Jornada de un Hijo], dirigido por Nathaniel Kahn, uno de
los dos hijos que el célebre personaje tuvo fuera de su matrimonio.
Porque
su vida privada fue caótica, tan compleja como su genio. Cuando murió,
los obituarios dijeron que le sobrevivían su mujer, Esther, y su hija,
Sue Ann. Pero resultó que además de esa familia, Kahn mantuvo otros dos
hogares, dos largas relaciones que dieron origen a otra niña y a
Nathaniel, hijo de la arquitecta-paisajista Harriet Pattison. Nathaniel
tenía 11 años cuando murió su padre. En su memoria, los recuerdos son
crípticos y escasos, breves sinopsis de las visitas semanales que hacía a
casa.
Para
conocer a la figura enigmática que fue el arquitecto, Nathaniel se
lanzó en una jornada de cinco años en la que recorrió los clásicos
edificios de Kahn. A través de la obra quiso conocer al maestro, al
padre y los detalles ignorados de su historia personal. El resultado es
un cuento conmovedor, donde la arquitectura, Nathaniel y Louis Kahn se
turnan el protagonismo. ‘De cierta forma, el filme fue como conjurarlo,
traerlo de vuelta de la muerte por dos horas’, dijo recientemente a la
prensa el autor del documental. ‘Mientras fui pequeño nunca vi mucho del
mundo de mi padre, sólo una parte a través de un agujero del porte de
una cerradura. Pero lo que vi fue fascinante’.
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ResponderEliminarLois Kahn, es un claro ejemplo de un arquitecto completo, como ya se ha hablando antes en este blog, Louis cumple los 20 puntos esenciales para conseguir el éxito como profesional, no hablo del dinero, hablo del un logro personal y una meta cumplida. Sin embargo, Lois descuido mucho su familia lo cuál esta absolutamente mal; ser una persona que se dedique íntegramente al trabajo y descuide a sus seres queridos es algo que sin duda alguna debió cambiar.
ResponderEliminarEste reconocido arquitecto si bien descuido a su familia, no tiene por que ser una persona mala, simplemente tenia una obsesión con el trabajo, tanto así que en creó y les diseño a uno de los países mas pobres del mundo una de las obras mas importantes y posiblemente caras en ese entonces. Esto es lo que hay que rescatar, si a uno le gusta realmente lo que hace, le va a nacer la necesidad de ayudar ya que un arquitecto lo que realmente hace es brindar aposentos para un confort humano y de una forma u otra de ayuda con cada construcción que se hace.
Si uno se interesa por el dinero y usa su carrera como una simple vía para llegar a su objetivo, dándole mayor importancia al dinero que a sus logros personales, realmente va ser una persona muy infeliz a lo largo de su vida y cuando quiera dar marcha atrás va a ser bien difícil cambiar de marcha y conseguir las metas que si bien te propusiste o no, es un concepto en tu vida que te gusta hacer y destacar en ello sin duda alguna a todos nos gustaría hacer.
Fuente: Pelicula: "My Arquitect Sons Journey, Lois Kahn"
Texto: Alex Diaz